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martes, 8 de mayo de 2012

Hazlo hoy, hazlo ya


Ha pasado ya una semana pero...
Thank you for great holiday ;-)

lunes, 9 de abril de 2012

Bolonia beach

Generador de animadas GIF gifup.com

¿Nunca habéis tenido el impulso de correr lejos? No es huir, es respirar.


lunes, 15 de agosto de 2011

Perder el norte

Hoy vuelvo a escribir en este blog para recibir todas vuestras condolencias porque se expiran mis vacaciones, el día 17 de agosto vuelvo a levantarme a las 7 de la mañana para poner la mejor de las sonrisas a aquellos cabr**** que no se han ido a la playa y se dedican a pasearse por la universidad.
En este 2011 mi descanso estival se ha reducido a once días, ni uno más, ni uno menos, pero he cumplido rigurosamente el proverbio de ‘corto pero intenso’. El mismo día 6 de agosto salía de trabajar a toda prisa, trastabillada, para coger un bus dirección al norte de España, para olvidarme unos días del calor sofocante, del olor a asfalto quemado y del aire contaminado de Madrid.
He conocido infinidad de lugares nuevos en sólo siete días, separados por una frágil línea que otorga su posesión o bien a la provincia de León, o bien a la comunidad autónoma de Asturias. Propietarios diferentes, guías de viaje diferentes, mismo creador: mamá naturaleza.
Y como toda visita, lo mejor será narrarla cronológicamente.

AVILÉS y alrededores
Si en cualquier punto de España lanzas el tema ‘Asturias’ la gran mayoría de personas te nombraría todo aquello que está preestablecido, todo aquello con la suficiente publicidad para que se pase por tu mente sin tú abrirle la puerta: vacas, con su correspondiente leche; sidra, bien escanciada por un metre; la playa de Gijón y la historia de Oviedo. Sin embargo, cuando tienes el suficiente tiempo como para dejar de ver y empezar a observar te quedas, como es mi caso, con el olor a tierra mojada, con el murmullo de la ola al romper con el acantilado, con el sabor del pescado recién salido del mar o con la presión del viento fresco en la piel cuando tu mirada se pierde en el Cabo Peñas. En definitiva, me quedo con todas las sensaciones.
El punto de encuentro, el destino en concreto, era Avilés. Y como ni yo describo bien, ni la ciudad es suficiente sencilla como para ser descrita, no diré nada en especial. Invito a cualquier persona a pasarse por allí, un par de días, para descubrir que existen ciudades del norte de España en las que la falta de publicidad no significa ausencia de encanto. En Avilés hay historia y magia, a mí me lo han enseñado, ahora te toca a ti explorar la ciudad de las focas.

ESTEPA CASTELLANA: LA BAÑEZA y su entorno
La segunda parte del viaje transcurrió un poco más al Sur, en León, la provincia con mayores cambios de vegetación que conozco, el gradiente va desde el verde de la comarca del Bierzo hasta eriales llanos al sur del distrito.
Al igual que en el norte de España pude visitar playas, aquí pude bañarme en el agua más fría que ha rozado mi cuerpo: Lago de Sanabria, provincia de Zamora. Y al igual que comí productos del mar días antes, aquí premié a mi estómago con ricos manjares extraídos de mamíferos de a pie. Prueben la cecina de León, no les defraudará.
En esta ocasión, y al ser yo un ser vivo de secano procedente de las áridas tierras de Albacete, me quedo con la comida y la tierra; y al nombrar la tierra no me refiero a otra cosa sino a las costumbres de cada uno de los pueblos que forman esa comunidad. Vuelvo a recomendar la visita, no en invierno, sí en primavera, para evitar el calor agobiante de los meses de verano y el frío permanente en los huesos de navidad y fechas próximas.

Por último, no podía acabar esta entrada al blog sin agradecer inmensamente a los guías de viaje por su paciencia: Alex (unavidacuriosa.blogspot.com), Sofi, Enol (lavidadeenol.wordpress.com), y familias.

miércoles, 13 de julio de 2011

¿En qué piensa John Verdon?

Un jueves de mayo tomé una decisión que me ha traído a estar hoy aquí, delante del ordenador, en un piso del centro de Madrid, en plenas vacaciones. Decidí pedir una beca de colaboración en los servicios de información de la Universidad Carlos III de Madrid. Ahí es donde voy a pasar todo el verano, por si alguien me busca. La parte negativa de mi retiro veraniego es, como es obvio, prescindir de vacaciones. Por otra parte, las ventajas es que podré llevar a cabo todas las tareas que tengo retrasadas desde los meses lectivos: orden, actualizaciones, series, ‘Callejeros Madrid’.., y, el asunto más aparcado de todos, la lectura.


Hoy, hablaré del último, o más bien, los dos últimos libros que he leído. Ambos tienen como protagonista a un detective retirado, Dave Gurney, cuya vocación le impulsa a seguir ejerciendo su trabajo tras la prejubilación. John Verdon se estrena así en el mundo literario, con un éxito que no hubiese imaginado ni en sus mejores sueños.
‘Sé en lo que estás pensando’ teje una tela de araña alrededor de un caso inexplicable, con conexiones invisibles que Dave termina descubriendo. La literatura es limpia, fácil de seguir. El argumento es clásico, sin extravagancias, pero con inmensos detalles que mejoran la obra hasta engancharte en cierto modo, pero sin incitarte a devorar las páginas. En definitiva, una novela recomendable, de misterios descifrables sólo a ojos del detective Gurney.


Tras el éxito del primero, John Verdon, con el apoyo de la editorial y las personalidades pertinentes, se lanzó a la escritura de un segundo, ‘No abras los ojos’. En él el lector pierde, a mi gusto, el conocimiento que tiene sobre el protagonista y los personajes principales. Describe sus impresiones, no llega a las emociones que nos hacen entender a cada uno de ellos. En esta ocasión, además, el caso a resolver es enrevesado, con abundancia de detalles inconexos, con una complejidad innecesaria para una novela de este tipo. Cuando la literatura está simplificada y el argumento se complica tanto, las piezas del puzzle se hacen incompatibles. Para mí, un inicio lento, tarda mucho más que el primero en entrar en materia, y rápida resolución, sin los detalles de los acontecimientos que hacían especial al primer libro.

Así que, en estas vacaciones de verano, recomiendo el primero y, si por algún casual, tenéis unos días de exclusivo aburrimiento en vuestro calendario vacacional probar con el segundo para sacar propias conclusiones y compartir puntos de vista.

PD: ¿Qué pintan los Muller en toda la historia?