Puse rumbo a ningún lugar, todo este tiempo he estado tan perdido. Amigo de la soledad, soy como un caminante sin camino. Todo acabó y fue tan fugaz, no terminamos lo que construímos. Ahora nos toca recordar que somos marionetas del destino.
Me acuerdo de tus prontos, tus movidas, de tus idas y venidas, de tus fobias y tus filias. No sabes todo lo que me arrepiento cuando sueño que estoy dentro de tus piernas todavía.
No fue lo que pudo ser, qué extraña esta forma de doler.
No suena nada mal!
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